Historia

La primera disciplina precursora de la criminalística fue lo que en la actualidad se conoce como dactiloscopia, ciencia que estudia las huellas dactilares. La criminalística tal como la entendemos nace de la mano de la medicina forense, en torno al siglo XVII cuando los médicos toman parte en los procedimientos judiciales. Antes de conocer el desarrollo y evolución de la criminalística debemos distinguir dos etapas, de cuyos representante hablaremos posteriormente.

En 1665, Marcello Malpighi observaba y estudiaba los relieves dactilares de las yemas de los dedos y palmas de las manos. Una de las primeras publicaciones en Europa acerca del estudio de las impresiones dactilares apareció en Inglaterra en 1648, realizada por el Dr. Nehemiah Grew

En 1809 el célebre delincuente francés Viocq fue incluido en las filas de la policía francesa y pronto se convirtió en el primer director de la Seguridad Nacional

En 1823 un tratado escrito por anatomista, fisiólogo y botánico checo Jan Evangelista  describe los tipos de huellas dactilares y las clasificó en 9 grupos.

Alonso Bertillón creó en París el Servicio de Identificación Judicial en 1882, dado a conocer en 1885 y se adoptó de forma oficial en 1888.

En 1896, Juan Vucatich logró que la Policia de la provincia de buenos aires, Argentina, dejara de utilizar el método antropométrico de Bertillón y redujo a cuatro los tipos fundamentales de Dactiloscopia, determinados por la presencia o ausencia de los deltas.

En Mexico, el profesor Carlos Roumagnac escribía en 1904 los primeros fundamentos de antropologia criminal