Balística

En el campo de la ciencia forense existe la denominación de balística forense como aquella ciencia que analiza las armas de fuego empleadas en los crímenes. Suele abarcar el estudio y análisis de los proyectiles y de los impactos determinando el calibre del arma disparada; También se preocupa de determinar la correspondencia entre proyectiles o vainas  halladas en el sitio del suceso con algún arma hallada en poder de un sospechoso o en el lugar mismo del hecho delictivo; asimismo, verifica la presencia de residuos de polvora sobre el blanco, con el objeto de obtener una aproximación de la distancia a la que fue realizado el disparo.

La primera evidencia de uso de la ciencia forense aplicada a la balística fue aplicada en Inglaterra en el año 1835 cuando las únicas pruebas de identificación de un asesinato fueron las marcas en el proyectil encontrado dentro del cuerpo de la víctima. El experto del caso, Oliver Wendell Holmes, había leído algo sobre identificación balísticas, y por aquel entonces ya se empezó a estudiar el proyectil mediante el empleo de una lente.