Funciones

En las sociedades democráticas, la transparencia de las instituciones es un principio básico de las administraciones públicas.

Sin embargo, tanto por la naturaleza de la información que obtiene un Servicio y por los métodos que emplea para obtenerla, como por el contenido de sus evaluaciones y análisis, un porcentaje muy elevado de los asuntos que trata deben permanecer protegidos por el secreto. Un secreto que no debe ser entendido como un método de encubrir actuaciones ocultas, sino como una forma de asegurar que determinadas fuentes, materias, identidades, hechos o decisiones no sean conocidas por quienes podrían valerse de esa información para actuar contra los intereses del Estado. Un secreto, en suma, que sólo pretende contribuir a mantener la seguridad nacional.

Estas dos perspectivas implican la necesidad de alcanzar un equilibrio, de lograr un punto de encuentro entre el derecho a conocer de los ciudadanos, el deseo de saber de los profesionales de los medios de comunicación social y la necesidad de reserva que se deriva de las especiales responsabilidades y misiones de la Inteligencia. Los siguientes apartados pretenden resolver esta cuestión.

La misión general asignada al CNI es la de facilitar al Presidente del Gobierno y al Gobierno de la Nación las informaciones, análisis, estudios o propuestas que permitan prevenir y evitar cualquier peligro, amenaza o agresión contra la independencia o integridad territorial de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones. Esta misión se concreta en diversas funciones (art. 4 de la Ley 11/2002) que definen sus cometidos y ámbitos de actuación y que, anualmente, se detallan y desarrollan en la Directiva de Inteligencia.

Por otro lado los gobiernos utilizan en ocasiones a los Servicios de Inteligencia como un canal discreto de enlace y comunicación entre Estados cuando la vía diplomática habitual no existe o por la razón que sea no conviene utilizarla.